Parto traumático: qué es

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Entendemos por parto traumático aquel en el que la mujer o gestante percibe que ha vivido una situación de peligro para ella o su bebé. Y hablamos de percepción porque la experiencia que para una persona ha sido traumática puede no serlo para otra.

Ahora bien, el hecho de que sea algo subjetivo no debería quitarle importancia, al contrario. Esto debería ser motivo más que suficiente para que profesionales de la maternidad y personal sanitario que acompañan el parto y el posparto presten atención a los relatos. Solamente escuchando nuestras voces podrán brindar una atención humanizada de calidad.

Dicho esto, vamos a pasar a hablar de parto traumático con mayor detenimiento.

¿Qué entendemos por parto traumático?

Ya hemos dicho que una de sus características es la subjetividad. Otras autoras, como Rakime Elmir afirman que no hay una forma sistematizada de valorarlo e incluso que no se puede dar una definición consistente. Sin embargo, Cheryl Beck sí que se aventura a definirlo como:

un evento que ocurre durante el parto que se relaciona como un peligro, una amenaza de daño o muerte de la madre o su criatura. La mujer de parto experimenta intenso dolor, impotencia, pérdida de control y terror.

Ya tenemos una noción de lo que significa parto traumático, sin embargo, me parece importante explicar que el hecho de haberlo experimentado no te lleva directamente a un diagnóstico de Trastorno de Estrés Postraumático (TEP) durante el posparto. Sin embargo sí que puedes experimentar síntomas. Tanto es así que algunos estudios arrojan cifras alarmantes: Debra Creedy y su equipo encontraron que un 33% de las personas de su estudio presentaban síntomas de TEPT.

Esto significa que no es tan extraño encontrar a mujeres o gestantes que estén experimentando síntomas como recuerdos y/o sueños angustiosos e intrusivos; esfuerzo para evitar pensar o recordar el parto, lo que incluye evitar personas, lugares y situaciones para que no se “despierte” el recuerdo; creencias negativas sobre si misma; incapacidad de experimentar emociones positivas (alegría, felicidad, etc…); irritabilidad y enfado, o culpa; … Quiero aclarar que aquí solo he expuesto un resumen de algunos síntomas de parto traumático porque el objetivo es que puedas entender que no hace falta tener un diagnóstico de estrés postraumático para querer mejorar y aliviar el malestar que te puede generar haber vivido una situación así.

¿Solo el parto es traumático?

Hablamos de parto, pero ¿qué pasa con el posparto inmediato (las primeras 24h)? También pueden suceder acontecimientos que te hagan sentir mal. Por ejemplo, si al nacer se han tenido que llevar a tu bebé de urgencia; o si ha habido una separación sin causa justificada, si has recibido comentarios que han ido minando la confianza en ti misma a la hora de cuidar de tu bebé…

De la misma forma, ¿qué pasa con la parte previa al parto? Puedes haberte sentido coaccionada para una inducción o una cesárea.

Es decir, hablamos de parto pero podríamos hablar de periparto.

El parto traumático es subjetivo

Como decía al comienzo de este post, el parto traumático es subjetivo. Esto quiere decir que el sentir de quien ha parido es lo que determina si ha sido traumático. Esto no debería ser menospreciado. Desde el punto de vista fisiológico puede haber sido un parto “fácil” pero tú sentir que esto no ha sido así.

Recientemente en un programa de televisión donde se abordó el problema de la violencia obstétrica, algún profesional se escudaba tras esa subjetividad para lavarse las manos.

Y yo me pregunto: ¿por qué?, ¿por qué la palabra de las mujeres/gestantes es menos fiable que los parámetros que mide una máquina? Precisamente nuestras experiencias deberían ser tenidas en cuenta para poder mejorar la atención al parto. Si solamente se atiende a medidas objetivas se nos está olvidando que el parto es un proceso que, por lo general, forma parte de nuestra salud sexual. Esto es, no es patológico. E incluso en el caso de que hubiera alguna patología, no dejamos de ser personas con emociones que deben contemplarse.

Por eso mismo necesito recalcar que la subjetividad del parto y el nacimiento no es una excusa detrás de la que esconderse sino un motivo para mirar de cara a la mejora de la atención.

En conclusión…

Para cerrar el tema, por hoy, podemos quedarnos con tres ideas básicas:

-El parto puede generar sintomatología traumática aunque no genere un Trastorno de Estrés Postraumático, que puedes trabajar en asesorías psicológicas.

-Cuando hablamos de parto traumático podemos abrir el concepto e incorporar lo que sucede antes e inmediatamente después de este.

-Tú tienes la última palabra sobre el parto, porque es subjetivo, porque solamente tú experimentas las sensaciones.

¿Te surge alguna duda?, puedes escribirme en comentarios.

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